Sobre la obra:
¿Qué pasa cuando un joven de 20 años cree que ya es un intelectual? (¿qué es un intelectual? ¿Cuántos intelectuales existen? ¿Qué películas miran? ¿Qué libros hojean? ¿Qué música suena? ¿Qué pasa si solamente quieren pasarla bien? ).
Elijo: las manifestaciones surgidas del aburrimiento de los jóvenes motivados, las canciones, los párrafos, los graffitis, las calenturas románticas de los iniciados. Lo impulsivo. "Si lo pensás no te peleas": eso es ser civilizado. La revolución no se ensaya.
Apuntes para la obra:
he leído en las noticias que hablar del Mayo Francés es una pérdida de tiempo, que reivindica una pequeña revuelta burguesa, de aburridos gringos universitarios.
Tres bien! bien, bien, bien! Nunca fui a Francia, lo admito. Nunca tomé un avión de más de dos horas. Es más, no tengo pasaporte. Pero sí sé que me conmueven las revueltas, las preguntas, los justicieros, los superhéroes, los jóvenes, el griterío, la piel blanca que me parece débil, los hombres contra los hombres, las imágenes claras, las ideas vagas. Las mujeres (gordas, altas, sin corpiño, con diez amantes, sin nadie para amar). Los amanerados intelectuales, el olor del queso, el corcho del vino. El gato al lado del cenicero. Y la playa debajo del asfalto.
En mayo, en Francia es primavera. Me sé Manuelita en francés. Mambrú se fue a la guerra, La vie en rose, La marsellesa, Sobre el puente de Aviñón y Fray Santiago. Para mí, Francia es una canción.
Maruja Bustamante
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